viernes, 29 de julio de 2011

SOLEMNIDAD DE SANTIAGO APOSTOL


El pasado 25 de julio, en la Sacra Iglesia Parroquial de San Juan de Dios celebrábamos la Solemnidad de Santiago Apóstol, Patrón de "las ESPAÑAS" como dice su grandioso himno.
La Solemne Fiesta comenzó con el rezo de las Laudes del Día de Santiago Apóstol comenzando con el Himno de la misma oración, que se puso por megafonía para que el pueblo pudiera seguirlo y pudieran entonar, aunque sólo fuera, el estribillo: "llevale romerico, llevale a Santiago, llevale romerico, llevale un Abrazo".
Una vez rezados los salmos correspondientes a laudes del día proseguimos con las lecturas del día ( Primera Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles, Salmo Responsorial "66, Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben; Seguna lectura de la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios, y el Santo Evangelio cogido del Evangelio según san Mateo).

  Continuamos con una Magnífica Homilía predicada por el Rvdo. Sr. D. José Checa Tajuelo, Párroco de la dicha Parroquia. Después en las preces pusimos en las manos del Señor por la Intyercesión de Santiago Apóstol peticiones por la Nación, los Gobernantes, Los presentes, la CCE y por último yquizás lo de más importancia en este año el Fruto de la Jornada Mundial de la Juventud 2011 en Madrid.




La Santa Eucaristía continuó como de costumbre hasta el momento de la comunión donde se dispuso la entonación del Himno Oficial del Patrón español y para terminar recitamos el Benedictus, la Oración Final y La Bendición Solemne con la que concluyó el Acto Solemne.


Termino este artículo con una Oración a Santiago Apóstol:
 
Tú que fuiste hombre de carácter y ambicioso,
ayúdanos a ser fuertes en la fe y en ambicionar los bienes del cielo
Tú, el primero en derramar la sangre por Cristo,
ayúdanos con más radicalidad, a volcarnos por el Evangelio
Tú, predilecto del Señor,
enséñanos a vivir más unidos a El.
Tu, que valientemente te acercaste hasta España,
empújanos para llevar el mensaje de salvación
a todos los rincones de nuestra patria.
Tú, que en el camino hacia el corazón de los hombres,
encontraste la ayuda prodigiosa de Santa María,
que sea Ella, también, el pilar para fortalecer nuestra fe.
Tú, que te aventuraste a sembrar en el final de la tierra,
haz que no tengamos miedo
para seguir siendo portadores y anunciadores de Cristo.
Tú que dejaste caer la semilla en el surco de nuestra tierra
sé nuestro patrón para desarrollar y dejar
la huella de Jesús en los hombres y mujeres de nuestro tiempo.
Tú, que en el Campo de las Estrellas de Galicia
sigues brillando con singular fuerza,
ayúdanos a destellar por la fuerza de nuestras palabras
por el testimonio de nuestras obras
y por la grandeza de nuestra fe.
Tú, que bebiste el trago amargo del cáliz del Señor,
levántanos cuando, en el afán evangelizador,
nos asolen las pruebas o pesen las cruces.
Tú, que eres punto final de un camino;
conviértenos en puentes entre Dios y los hombres
en estrellas que iluminen la noche oscura
en senderos que lleven al encuentro con Jesús
en posadas donde los corazones descansen
en horizonte de un mañana mejor
en palabra oportuna frente al desaliento y la desesperanza.
Y, si en los atajos inciertos y traicioneros de la vida,
nos perdemos, confundimos o nos aturdimos
indícanos con tu mano y, ante el Espíritu,
intercede para que volvamos a la amistad con Jesucristo.
Amén

Sólo me queda decir que hasta el próximo artículo y que Dios os bendiga; Un Abrazo:
José Manuel Espejo Martínez

viernes, 15 de julio de 2011

NOVENA DE SANTA ANA

Ayer tuve la oportunidad de ver la belleza y la grandeza de los torrecampeños al preparar la solemne novena de su patrona.

Todo empezó con una oración a Santa Ana, en la cual no tube la oportunidad de participar por el despiste de dejarme la carpeta de Don José en la sacristía de San Juan de Dios por lo que tuvimos que volver a Martos. Seguidamente comenzó la Santa Eucaristía presidida por don José, párroco de San Juan de Dios de Martos, y concelabrada por el Párroco de San Bartolomé de Torredelcampo, con la ayuda de un hermano de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, el cual era hijo del pueblo.
La Santa Eucaristía fue magnífica y fue una auténtica pena que no huviese habido un coro que amenizase la celebración, pero la celebración no estuvo sin música ya que se cantaron en varios momentos unos cantos populares que entonaba el párroco y el pueblo seguía.


Me dio mucha alegría que todo el pueblo estuviera en la Parroquia en estos tiempos de Crisis de Fe; pero el momento culminante y el que más me impresionó fue la Exposición del Santísimo Sacramento donde se oró el Cuarto día de Novena a Santa Ana y la Virgen Niña y se entonó en maravilloso himno a la santa.

La Novena, según mi parecer, fue magnífica y maravillosa. El pueblo se volcó y me dió una impresión muy buena.
Sólo me queda añadir, SANTA ANA Y SAN JOAQUÍN, PADRES DE LA VIRGEN MARÍA; RUEGA POR NOSOTROS.

José Manuel Espejo Martínez.